Tendinopatía patelar

La tendinopatía patelar es común es deportistas que se encuentran sometidos a una actividad repetitiva (corredores, futbolistas y deportistas que requieran brincar constantemente, como ocurre en voleibolistas o basquetbolistas), aunque también pueden ocurrir en pacientes físicamente inactivos. El termino de tendinitis que anteriormente se utilizaba, se encuentra actualmente en desuso ya que estudios microscópicos donde se analizó al tendón involucrado, revelaron ausencia de componente inflamatorio, por lo que actualmente se prefiere el término tendinopatía patelar. Lo que sí puede ocurrir es una inflamación de la membrana que envuelve al tendón (paratendón) lo cual es conocido como paratendinitis

No todos los deportistas con dolor en el tendón tienen la misma patología ya que el grupo de edad y tiempo de evolución se traducirá en el tipo de patología y tratamiento requerido.

Tipos de tendinopatías

Es por esto que se han propuesto tres tipos de tendinopatías:

  1. Tendinopatía reactiva. Ocurre como adaptación a corto plazo de una sobrecarga aguda del tendón que causa su engrosamiento y dolor en el mismo. El engrosamiento no es debido a una inflamación, sino a un reclutamiento celular desorganizado con intención de reparar la zona dañada. El tendón tiene el potencial de revertir su patología si la sobrecarga es reducida de manera significativa o si hay suficiente tiempo entre las sesiones de carga.

Es más común en deportistas jóvenes o en personas previamente sedentarias que han iniciado una vida activa de entrenamiento. El tratamiento ideal en esta fase es el reposo relativo así como manejo del dolor.

  1. Tendón enfermo: describe el intento del tendón por cicatrizar, similar a la tendinopatía reactiva pero con una desorganización de las fibras de colágeno, por lo que ocurre un empeoramiento de la patología. Los síntomas pueden presentarse por periodos de tiempo prolongado. La frecuencia, cantidad o duración del tiempo a la que ha sido sometido a carga el tendón es una variable importante de la sintomatología. Una persona adulta, tendrá mayor tendencia a tener tendones más rígidos debido a su baja capacidad de adaptación, por lo que desarrollará tendinopatía con cargas de menor demanda. Existe aún buena posibilidad de hacer reversible esta patología.
  2. Tendinopatía degenerativa: ocurre cuando los síntomas han estado presentes por periodos prolongados y son consecuencia de áreas de muerte celular en el tendón. Es más común en deportistas adultos. Tiene poca capacidad de revertir esta etapa. El principal antecedente es la presencia de episodios intermitentes de dolor en el tendón.

Esta tendinopatía puede llegar a ser extensa y generar una ruptura completa.

Causas 

La causa de las lesiones tendinosas son producidas por fuerzas de compresión, fricción, tracción o por estímulos de pequeña intensidad aplicada constantemente.

Síntomas

La síntomas comunes son:

  • Inicio gradual de un dolor en un punto específico.
  • El dolor disminuye una vez que se ha iniciado la actividad física.
  • El dolor se presenta nuevamente al final de la actividad física.
  • Con el paso del tiempo el dolor llega a persistir durante la actividad física.
  • El dolor es común por la mañana acompañado de rigidez.
  • Puede llegar a haber episodios de inflamación.

Factores de riesgo

Distintos factores pueden aumentar el riesgo de padecer esta patología:

  • Pie plano, asimetría de miembros pélvicos.
  • Disminución de la dorsiflexión del pie (elevar el pie hacia arriba)
  • Debilidad y poca flexibilidad de los músculos cuadríceps y/o isquiotibiales.
  • Una pobre planeación de un programa de entrenamiento donde se progresa de manera rápida a ejercicios de mayor intensidad.

Diagnóstico

Se realiza mediante maniobras clínicas por lo que requiere valoración médica. Los estudios de imagen como radiografías raras veces son solicitados.

El ultrasonido es el estudio más comúnmente solicitado ya que es muy preciso y fácil de realizar. Este estudio determinará la presencia de nuevas zonas de irrigación (vasos sanguíneos) en el tendón así como una desorganización o interrupción parcial de las fibras de colágeno que componen el tendón.

La resonancia magnética tiene como ventaja sobre el ultrasonido que provee una imagen del tendón desde varios ángulos, así como también da información relevante acerca de otras estructuras articulares que son vitales para el diagnóstico diferencial.

El tratamiento de la tendinopatía patelar (antes conocida como tendinitis patelar) puede llegar a ser de 5 tipos, dependiendo de la gravedad y cronicidad del caso. Estos 5 tipos de tratamiento son:

Reposo de la actividad repetitiva: esto no significa dejar de hacer actividad física por completo, sino dejar de realizar la actividad repetitiva y constante para sustituirla por ejercicios que no sometan el tendón a la misma carga como bicicleta o entrenamiento supervisado con levantamiento de peso.
Fortalecimiento con ejercicios excéntricos: los cuales son considerados como el único tratamiento para esta patología con evidencia de alto nivel científico que lo respalde. Hay que señalar que realizar estos ejercicios excéntricos ocasionarán dolor y esto es considerado normal. El deportista deberá realizar un gran número de repeticiones al día (entre 90 a 180 repeticiones) por un mínimo de 3 meses. Los ejercicios isométricos ayudan también al control del dolor.

Rehabilitación:

Junto con la fisioterapia, han demostrado resultados aceptables en el manejo del dolor. El uso de ondas de choque, tanto en la tendinopatía patelar como en la de Aquiles han demostrado buena efectividad, aunque como siempre, el caso deberá ser seleccionado por el médico, ya que no todos los pacientes son candidatos a mejorar con este tratamiento.
Quirúrgico: solo estará indicada en aquellos casos que no han presentado mejoría después de un tratamiento supervisado por 3 a 6 meses. El objetivo de la cirugía es remover el tejido fibroso. El tratamiento quirúrgico puede ser abierto o artroscópico.

El tratamiento farmacológico es controversial, ya que al no existir un componente inflamatorio en el tendón, su uso se cree que tiene más efecto analgésico que antiinflamatorio, teniendo en estos casos la misma efectividad que una analgésico puro como el, tan criticado, paracetamol. A su vez, se ha visto que el uso de antiinflamatorios no esteroideos pueden intervenir en el proceso de reparación normal del tendón.

Las inyecciones de esteroides están contraindicadas, ya que a pesar de ser muy efectivos en los primeros tres meses, pueden ocasionar una ruptura del tendón a largo plazo debido al debilitamiento que generan.

El uso de concentrados celulares como plasma rico en plaquetas así como células madre, aún no han demostrado superioridad contra los tratamientos convencionales.

Bibliografía

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