Las fracturas de cadera son quizá las más comunes en pacientes mayores de 70 años. Existen diversos métodos para la fijación de fracturas.
El método de fijación que se indica para este tipo de fracturas, depende de la edad del paciente, ubicación y estabilidad de la fractura. También influye del antecedente de dolor previo relacionado con la cadera antes de la fractura.
Se considera una cirugía mayor, por lo que parte del protocolo de estudio, incluye poner al paciente en condiciones para soportar el tratamiento quirúrgico. Debido a esto, será indispensable una valoración por un médico internista o cardiólogo. Ellos evaluarán al paciente y aprobarán o no el tratamiento quirúrgico. Lo más importante es que no se ponga en riesgo la salud del paciente por llevar a cabo la cirugía.
Fracturas intra-capsulares
Las fracturas que se encuentran dentro de la cápsula articular, por lo general comprometen el riego sanguíneo que le llega a la cabeza femoral. Es por esto que el tratamiento indicado en este tipo de fracturas es la sustitución protésica (prótesis de cadera). Ésta puede ser únicamente reemplazando el fémur, o bien reemplazando también la porción acetabular.
Existen casos de fracturas ubicadas dentro de la cápsula articular, que no requieren una prótesis ya que no se encuentran desplazadas. En estos casos se indica la fijación con 3 tornillos para evitar el movimiento del fragmento.
Fracturas extra-capsulares
Las fracturas que se encuentran por fuera de la cápsula articular son las más comunes dentro del grupo de fracturas de cadera. El método de fijación depende de la estabilidad del trazo de fractura. No todas las fracturas son susceptibles de fijación con un solo método.
La intención del tratamiento quirúrgico es movilizar al paciente lo más pronto posible, por lo que posterior al tratamiento quirúrgico se iniciará la rehabilitación con andadera, progresiva a bastón.