Como su nombre lo dice, incluyen todas las fracturas que involucran la articulación de la cadera a la que previamente se le había colocado una prótesis, o bien que ocurren al momento de la colocación de la prótesis, es decir, transquirúrgicamente. Estas pueden incluir fracturas del fémur proximal y/o del acetábulo.
El manejo de este tipo de fracturas es vital ya que dependiendo del caso, el pronóstico de función de la prótesis está relacionado con la decisión del tipo de tratamiento a escoger.
La incidencia de este tipo de fracturas ha aumentado en las últimas décadas, debido al aumento en el número de reemplazos articulares que se están realizando, y a su vez como consecuencia de una curva de aprendizaje que se requiere por parte del cirujano ortopedista en entrenamiento.El registro nacional articular de Inglaterra así como de Gales han demostrado un aumento del doble en las cirugías de revisión a consecuencia de fracturas periprotésicas desde el 2006.
Las fracturas periprotésicas son consecuencia de un traumatismo de alto impacto, calidad ósea del paciente, técnica quirúrgica utilizada al momento de la primer cirugía.
Algunos factores de riesgo asociados a este problema incluyen una mala calidad ósea, lesiones osteolíticas grandes (por ejemplo, quistes óseos), cirugías de revisión, artritis reumatoide, edad avanzada y traumatismos de alta energía en pacientes jóvenes.
El tratamiento depende de si la prótesis se encuentra floja o no, y una vez valorado esto los tratamientos incluyen:
- Inmovilización temporal y reposo.
- Fijación de los fragmentos de fractura.
- Sustitución del implante aflojado por uno de revisión sustituyendo o no la porción ósea afectada.