Es el recubrimiento en los extremos de los huesos que forman las articulaciones, el cual se encuentra de una forma lisa y cuya función es de protección al disminuir el contacto entre los huesos.
Las lesiones condrales (cartílago) pueden ser secundarias a un traumatismo, o bien a un desbalance en las cargas biomecánicas en la rodilla que aumenta su desgaste, como ocurre en la artrosis o degeneración articular.
Los síntomas comunes dependen de la localización de la lesión, pero pueden estar asociadas a sensación de bloqueo, dolor, inflamación y limitación de la movilidad en rodilla.
Los tratamientos por vía artroscópica a realizarse en este tipo de lesiones consisten en:
- Condroplastía: indicado en lesiones pequeñas y superficiales. Consiste en limpiar la lesión del cartílago inestable
- Microfracturas: consiste en realizar pequeñas perforaciones al hueso subcondral (el hueso expuesto al no contar con cartílago) para ocasionar un sangrado que forme un coágulo y finalmente una cicatriz formada por cartílago, el cuál es similar al cartílago articular, sin tener las mismas propiedades
- Transplante osteocondral (OATS): Es trasladar un fragmento de cartílago sano de una región de menos carga en la rodilla, al sitio dañado.
- Cultivo y transplante de condrocitos: Los condrocitos son las células principales del cartílago. En este procedimiento se realiza un primer tiempo quirúrgico para tomar una muestra de cartílago y posteriormente cultivarlos, para que en el momento que se tengan suficientes condrocitos se realice un segundo tiempo quirúrgico y se implanten en la zona afectada.