Lesiones en Menisco

Los meniscos son estructuras compuestas por fibrocartílago, las cuales se encuentran ubicadas entre el fémur y la tibia, actuando como cojinetes o empaques con forma de «C», protegiendo al cartílago articular.

Síntomas

Los síntomas de una lesión meniscal incluyen:

  • Dolor
  • Inflamación
  • Sensación de bloqueo (trabarse).

Mecanismos de lesión

Las lesiones pueden ser de tipo traumático o degenerativo.

Las lesiones traumáticas ocurren como resultado de mecanismos rotacionales en la rodilla mientras ésta se encontraba apoyando su carga, y realizando o no una flexión de la misma.

Tratamiento

Este tipo de lesiones tienen potencial de cicatrización por sí solas, en caso de que la lesión sea pequeña, lo cual ocurre en un porcentaje pequeño de las lesiones, ya que por lo general éstas son grandes y requieren reparación mediante una cirugía de mínima invasión (artroscopía) mediante suturas, anclas o grapas. A su vez el potencial de éxito de una  reparación, depende de la edad del paciente, ubicación, tipo y tiempo de evolución de la lesión, por lo que en determinados casos, la lesión no será viable de reparación y requerirá de una resección parcial del menisco afectado.

Las lesiones degenerativas están relacionadas con un componente de desgaste en la rodilla, y lo recomendable es operar únicamente aquellas que dan síntomas mecánicos como sensación de bloqueo (trabarse), para lo cual no será posible suturar dicha lesión, y únicamente realizar una resección parcial y remodelación del fragmento meniscal, sin embargo, si la lesión es reciente, existe una gran posibilidad de poder reparar dicha lesión.

Rehabilitación

La rehabilitación dependerá del tipo de tratamiento realizado (sutura o meniscectomía parcial), ya que en caso de haber sido reparado el menisco mediante suturas la realización de carga o caminar se pospone unas semanas para permitir la adecuada cicatrización. Cuando las lesiones meniscales están asociadas a una reparación de ligamento cruzado, tienen mejor potencial de cicatrización debido al sangrado interno que ocurre durante la cirugía que permite llevar células reparadoras al menisco. Cuando no hay lesión del ligamento cruzado, será necesario, en caso de haberse reparado el menisco, hacer unas microperforaciones en las zonas de no carga de la rodilla para estimular un sangrado mínimo que lleve factores de reparación a la lesión meniscal.

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